Cómo aislar una casa del frío ya construida

En un momento en el cual la energía es cara, es el momento de adaptar nuestra vivienda para mantenerla a una temperatura adecuada sin tener que hacer un gran consumo energético.

Para conseguirlo, es necesario aislar la casa del frío al máximo. Sabemos que no siempre es fácil cuando está construida, pero con la ayuda de nuestros expertos te vamos a mostrar una serie de tips que te permitirán conseguir los resultados esperados. No lo dudes, si comienzas a realizar los cambios hoy mismo, antes comenzarás a ahorrar energía y en consecuencia dinero.

Aislar casa del frío: materiales

Para realizar un buen aislamiento de la casa del frío es importante usar siempre materiales de calidad. Nosotros te vamos a mostrar algunos materiales que no solo son aislantes, también son respetuosos con el medio ambiente.

1- Poliuretano expandido

Se presenta como uno de los mejores aislantes térmicos, antihumedad e hidrófugos del momento. Es un producto que se suele usar mucho para conseguir un buen aislamiento y así conseguir ahorrar energía porque el calor de la vivienda no se escapa con facilidad. Pero ese aislamiento no solo protege a la vivienda del frío, también del calor.

Este tipo de material tiene una vida útil superior a los 15 años, lo que significa que ofrece una muy buena protección. Para que la duración sea superior, los expertos de Soudal Center recomiendan acompañarlo de productos impermeabilizantes que ayuden a que el aislamiento sea todavía superior. Actualmente hay diferentes productos entre los que podemos elegir, solo tenemos que quedarnos con el que más nos interesa.

2- Celulosa

La celulosa gracias a su composición se presenta como un excelente aislante. Cuando se usa este material en la vivienda, podemos tener la certeza de que la misma está mucho más protegida del frío y del calor, lo que significa que ayuda a que el consumo energético sea inferior. Y por supuesto, es un material que respeta el medio ambiente porque en cierta manera se puede decir que es un material reciclado. Recuerda, se fabrica a base de papel, hidróxido de aluminio y cartón reciclado. Es una manera de aprovechar los recursos que tenemos para conseguir el aislamiento térmico que buscamos.

La celulosa cada vez se usa más porque tiene un alto poder a la hora de retener el calor del interior del edificio. Además, se presenta como una buena opción a la hora de disfrutar de un buen aislante acústico. Muchas empresas ya lo usan en las construcciones nuevas por sus beneficios.

3- Fibra de plástico

También conocido como poliéster. Es otra alternativa interesante a la hora de conseguir un buen aislante térmico. Normalmente se suele usar en el exterior, debido a que evita que la temperatura de la casa salga al exterior. Una gran opción para mantener un ambiente agradable tanto en verano como en invierno.

Este material también se suele usar para evitar las humedades, gracias a que hace función como hidrófugo. En ocasiones también se puede usar como un material para conseguir un buen aislamiento acústico.

Cómo aislar una casa del frío

Para conseguir el objetivo, es necesario realizar las reformas oportunas. No vamos a poder conseguirlo si no queremos meternos en obras. Como hemos comentado, hay materiales que aíslan del frío, pero es necesario instalarlos en las paredes y eso va acompañado siempre de obras. Lo que está claro es que una casa que cuenta con un buen aislamiento térmico puede llegar a ahorrar hasta un 45% en la factura energética.

Los expertos en reformas suelen recomendar poner en el tejado lana mineral. Ofrece un gran aislamiento, suele ser bastante fácil de poner y además tiene un precio bastante económico. Para el techo se presenta como una de las mejores opciones por las que se puede optar.

Por las paredes de la casa también se escapa mucha energía, por ese motivo es necesario realizar las obras oportunas. Para conseguir un buen resultado, lo que se suele hacer es realizar el aislamiento desde el interior de la vivienda si la misma ya está construida. No solo es más fácil, también se reducen los costes. Para realizar ese aislamiento térmico se pueden usar los materiales que hemos comentado en el apartado anterior. Dependiendo del presupuesto, se puede optar por uno u otro. Pero podemos decir que todos te van a dar un buen resultado térmico y algunos también sonoros.

Si tienes dudas, solo deberás ponerte en contacto con una empresa profesional que examine tu vivienda. La misma verá cuáles son los puntos de escape y los sellará al máximo para que la vivienda disfrute del mayor aislamiento posible.

Si vas a hacer obras, es importante que hagas el trabajo bien para evitar que queden fugas. Una pequeña fuga hará que la temperatura del exterior vuelva a entrar en casa y en consecuencia el resultado no sea el adecuado. Para evitar ese problema, siempre debemos optar por hacer un trabajo de aislamiento de calidad.

Cómo mantener el calor en casa sin calefacción

Si no puedes hacer reformas, ahora te vamos a mostrar algunos consejos para mantener el calor en tu casa sin la calefacción. El objetivo es ahorrar energía para evitar que nos llegue una factura desorbitada por culpa de la calefacción.

  • Cierra las habitaciones: para evitar que haya corrientes, se recomienda cerrar las habitaciones. De esa manera no hay tanto intercambio de aire y se evita que la temperatura de una estancia se pierda con tanta facilidad.
  • Ventilar a medio día: en la medida de lo posible, te recomendamos realizar la ventilación de la casa al mediodía. Es la hora en la cual en principio suele hacer más calor, lo que significa que la pérdida de calor será inferior. Si es posible, evita ventilar en las horas más frías. No olvides que la casa debería ventilarse todos los días al menos cinco minutos para renovar el aire.
  • Sube las persianas: los días de sol tendrás que subir las persianas hasta arriba y retirar las cortinas. El objetivo es que el sol entre en casa y nos caliente la vivienda de manera natural. Cuando el sol se ha ido y hace frío, baja las persianas para evitar que el calor se escape con facilidad.
  • Busca posibles grietas: puedes ver cuáles son las fugas de calor pasando la mano por la pared. Si lo haces con cuidado, sobre todo por las zonas de las juntas, podrás notar que entra aire. En este caso, deberás tapar la grieta. Es fácil, barato y no tendrás que hacer obra. Así reducirás el intercambio de temperaturas.
  • Colores: puedes aprovechar los colores para intentar calentar la vivienda. Mientras que los colores claros hacen que la vivienda sea más fresca, los colores más oscuros hacen que la vivienda sea más cálida. Tenlo en cuenta a la hora de pintar las paredes de tu vivienda. Así podrás conseguir el bienestar que buscas para tu hogar sin tener que hacer obras.