Cuando comienzan a bajar las temperaturas, es momento de poner la calefacción en casa para tener un ambiente agradable. Hay distintas opciones, que van desde las chimeneas de leña, estufas de gas, bioetanol, pellets o las eléctricas.
No obstante, una de las más prácticas y menos conocidas, es la estufa de parafina, que tiene una excelente capacidad calorífica. Estas estufas suelen ser portátiles, con un diseño similar a las estufas eléctricas, con un bajo consumo de combustible.
Son ideales para calentar rápidamente la habitación, funcionando como sistema complementario de calefacción. Conoce un poco más sobre las estufas de parafina, sus características principales, funcionamiento, pros y contras.
Características de las estufas de parafina
Son aparatos que utilizan un combustible líquido, que al hacer combustión, genera calor por combustión. Para esto, cuentan con un depósito para colocar la parafina y un sistema de mecha o inyección, que permite encenderla, con lo que se calienta la estancia.
Las estufas de parafina son una solución práctica para calentar estancias mayores de 20 m², presentando las siguientes características:
- Están pensadas como sistema complementario de calefacción en el hogar, siendo adecuadas para habitaciones entre 20 a 70 m².
- La potencia calorífica varía entre 1 kW a 3,5 kW aproximadamente, calentando de manera rápida el espacio donde se ubican.
- Tienen una carcasa metálica, la cual recubre las partes internas, que consisten en el depósito, sitio de combustión y el sistema de encendido.
- El consumo promedio de estas estufas es en promedio de 0,3 litros/hora. El coste aproximado del combustible es de 1,5 euros/litro.
- Deben colocarse en espacios ventilados, debido a que al hacer la combustión, se libera CO₂. Este gas resulta tóxico cuando sus niveles aumentan en el ambiente.
- No requiere ningún tipo de instalación o realizar obras para usarla. Además, son portátiles, por lo que se pueden llevar de una habitación a otra.
- Están diseñadas para funcionar en promedio unas 5 horas al día. Es recomendable ventilar la habitación cada 2 horas, para reducir los niveles de CO₂.
- Se debe mantener una distancia de seguridad con objetos potencialmente inflamables. Revisa las instrucciones del fabricante, pero generalmente la debes alejar al menos 1 metro de cortinas y muebles.
No todas las estufas de parafina son iguales, diferenciándose principalmente por el sistema de encendido y la forma en que enciende la llama:
Estufas de parafina de mecha
Son las más tradicionales y conocidas, las cuales cuentan con una mecha, que se empapa del combustible para encender. El sistema de encendido viene dado por una chispa de una resistencia, que funciona utilizando pilas.
No requieren estar conectadas a la energía eléctrica, por lo que son totalmente autónomas y se pueden utilizar en sitios sin acceso a la electricidad. Tienen una potencia un poco más reducida, no cuentan con temporizador y requieren cambiar la mecha cada cierto tiempo.
Estufas de parafina eléctricas o láser
Es un sistema más moderno y eficiente, por lo que suelen tener una mayor potencia calorífica que las de mecha. En este caso, se cuenta con un quemador, al cual se va inyectando la parafina para que encienda la llama.
Deben estar conectadas a la electricidad, debido a que cuentan con un ventilador, que es el responsable de distribuir el calor en la habitación. El consumo de combustible es mucho más eficiente, debido a que se va controlando mejor la parafina que pasa al quemador.
Consumo de estufas de parafina
Estas estufas son una buena alternativa con respecto a las eléctricas, debido a que puedes ahorrar en el pago del uso de la energía. Así, una estufa de parafina de 2,7 kW de potencia, es adecuada para calentar una habitación de 30 a 35 m2, con un consumo promedio de 0,3 litros/hora.
Para un uso diario de 5 horas, se gastarán aproximadamente 1,5 litros diarios de combustible, con un coste aproximado de 2,25 euros. En una semana los costes subirán a 15,75 euros, menor a los 26,25 euros que deberías pagar en la factura de la luz al usar una estufa eléctrica de la misma potencia.
¿Cómo funciona una estufa de parafina?
Esto varía entre los dos tipos de estufas, debido a que tienen un sistema de encendido y de generación de la combustión distinta:
Estufas de mecha
En este caso, la parafina debe empapar la mecha, a fin de que pueda encender al hacer accionar la resistencia:
- La mecha se ubica en un contenedor que está lleno de combustible. Por tanto, siempre se encuentra cubierta por este.
- Cuando se acciona el botón de encendido, la resistencia genera una chispa que enciende la parafina en la mecha. Este botón puede girarse y permite controlar la intensidad de la llama, regulando así el consumo del combustible.
- El funcionamiento de la resistencia depende de pilas, las cuales se deben cambiar regularmente. Por lo general, estas estufas tienen una autonomía aproximada de 15 horas, pero esto depende de la capacidad del depósito de combustible y su potencia.
- La mecha está asociada a un quemador, el cual irradia el calor generado en la combustión y calienta la habitación.
- Cuando se usa este tipo de estufa por primera vez, es necesario esperar unos 30 minutos a que la parafina empape completamente la llama. Lo mismo se debe hacer cuando se cambia la mecha.
A fin de garantizar el adecuado funcionamiento de estas estufas, debes hacer el cambio periódico de la mecha (se recomienda recambiar anualmente). Para esto, te recomendamos seguir el siguiente proceso:
- Apagar y dejar que la estufa esté completamente fría. Para hacer el cambio, necesitas la mecha nueva, una manguera corta con bomba y combustible para llenado del depósito.
- Al iniciar, retira el depósito extraíble (en caso de que lo tenga tu modelo de estufa) y las pilas de la resistencia.
- Abre la rejilla frontal (donde ves la llama de la estufa) y retira el quemador. Además, debes retirar el botón para regular la llama de la estufa, para lo cual debes tirar hacia afuera.
- Una vez que hayas quitado todos estos componentes, utiliza un destornillador estrella para retirar la carcasa.
- En la parte interior de la estufa, verás la base del quemador. Debes retirarla para acceder a la mecha.
- Retira la mecha usada del cilindro donde viene acoplada y coloca la nueva. Ten cuidado de que ajuste bien en el cilindro.
- Con la manguera, elimina todos los restos de combustible que se encuentran en la base del contenedor de la mecha.
- Coloca nuevamente la mecha en su posición y empalma todas las piezas que habías retirado.
- Antes de colocar la carcasa, comprueba que el mecanismo de la estufa funcione correctamente. Pon el botón regulador y observa el movimiento de la mecha en el quemador.
- Luego, coloca las pilas y el depósito extraíble en su lugar. Deja reposar la estufa por 30 minutos y puedes encender normalmente.
Asimismo, para aumentar la vida útil de estas estufas, no se debe mantener presionado más de unos 4 segundos el botón de encendido. De hacerlo por más tiempo, se corre el riesgo de quemar la resistencia que produce la chispa para encender la mecha.
Otro cuidado que debes tener con estas estufas, es que al final de la temporada de invierno hay que consumir todo el combustible en el depósito. De no hacerlo, se secará sobre la mecha, endureciéndola y tendrás que cambiarla más frecuentemente.
Estufas láser o eléctricas
Este tipo de estufas funciona de una forma diferente, ya que no cuentan con una mecha que se empape con la parafina:
- El control de la combustión lo hace un microprocesador, el cual maneja el funcionamiento de un quemador por inyección.
- Al encender la estufa, se inyecta la parafina al quemador, el cual permite el encendido de la llama.
- El calor es distribuido en la habitación mediante un ventilador, por lo que es mucho más homogéneo y se logra un efecto más agradable que con las estufas de mecha.
- Para el funcionamiento del ventilador se requiere electricidad. Por tanto, la estufa debe estar conectada a la energía eléctrica, aunque el consumo es bajo (12 a 24 W/h).
- Los quemadores de las estufas de parafina eléctricas tienen un sistema autolimpiable, por lo que su mantenimiento es mínimo.
- Cuentan con un termostato, el cual permite regular más fácilmente la temperatura de la estufa. Asimismo, la mayoría viene con temporizador, por lo que puedes programar el tiempo de encendido y apagado.
- Algunas de estas estufas vienen con sensores para detectar los niveles de CO₂ en la habitación y avisar cuando están más altos de lo permitido.
Pros de las estufas de parafina
Este tipo de estufas son particularmente útiles en lugares en lo que el acceso a la electricidad es limitado (estufas de mecha) o para reducir su consumo. Entre algunas de sus ventajas, se encuentran:
- Producen calor seco por convección, el cual se distribuye rápidamente en la habitación. Permiten tener la temperatura deseada en pocos minutos.
- No requieren ningún tipo de instalación o realización de obras y puedes comenzar a usarla inmediatamente.
- El consumo de combustible es relativamente bajo, por lo que constituyen un ahorro en comparación con sistemas de calefacción similares.
- Para estancias de tamaño medio, son un sistema de calefacción eficiente. También, son portátiles, por lo que puedes colocarlas en el lugar de la habitación que más te convenga.
- Las estufas de mechas son totalmente silenciosas, mientras que las eléctricas producen un nivel de ruido de hasta 35 dB, que es bastante bajo.
- Son bastante seguras, siempre que se utilicen correctamente. Hay modelos que cuentan con mecanismos para evitar el derrame de la parafina, sistemas de apagado automático y sensores de detección de gases tóxicos.
- Las estufas eléctricas son programables, permitiendo elegir horas de encendido y apagado, así como la temperatura deseada desde el panel de control.
- Tienen un precio relativamente bajo, que va de los 80 a 150 euros en las estufas de mecha y hasta los 400 euros para las láser o eléctricas.
Contraindicaciones de las estufas de parafina
Aunque son bastante prácticas, sencillas de usar y pueden llevarse de un lugar a otro, estas estufas tienen algunos inconvenientes:
- Únicamente se pueden usar en espacios bien ventilados. Tampoco son aptas para espacios pequeños, debido a que los gases tóxicos producidos en la combustión se pueden acumular rápidamente.
- La parafina puede producir olores fuertes al encender o apagar la estufa. Esto se puede reducir, si utilizan combustibles desodorizados, que son un poco más costosos.
- El depósito de combustible se debe recargar periódicamente, dependiendo de su capacidad y el uso de la estufa. Asimismo, debes contar con un lugar en casa para almacenar los bidones de recarga.
- No es recomendable dejar la estufa de parafina encendida cuando te vas a dormir. Esto debido a que no podrás airear adecuadamente la habitación.
- La parafina viene del procesamiento del petróleo, por lo que es un combustible fósil. Por tanto, no se considera particularmente amigable con el medioambiente.
- Las estufas de parafina de mecha requieren un mantenimiento regular y el cambio de la mecha, que puede ser un proceso tedioso.
- Cuando trasladas la estufa de parafina, pueden ocurrir derrames del combustible si no tienes cuidado.
- Nunca se debe utilizar sin vigilancia cuando hay niños o mascotas. Aunque tienen sistemas de seguridad, pueden ocurrir quemaduras accidentales, si se acercan mucho a la estufa.
- Las estufas de parafina están diseñadas para uso en interiores. No pueden usarse en exteriores y hay que evitar que la mecha o quemador reciban humedad.