Ideas para decorar salones blancos

Decorar un salón es una de los pasos más importantes cuando nos disponemos a personalizar y dar vida a nuestra casa porque es el sitio en que más tiempo vamos a pasar, tanto solos como en común con quienes convivimos. Además, también suele ser el espacio más grande de la casa, por lo que tendremos más libertad y muchas más opciones para estructurarlo, diseñar el espacio y elegir muebles, accesorios y elementos decorativos de diferentes clases.

Puede que si queremos algo con carácter o y que sea personal nos chirríe la opción de decorar un salón comedor con blanco, pero en realidad es un color con muchos papeles y en el que disponemos de multitud de pequeñas variaciones tonales para hacer cosas muy diferentes. Además, el color blanco aceptará compartir el espacio con cualquier otro color que quieras usar, por lo que en realidad, elegir blanco significa abrir las puertas a la creatividad y a un sinfín de opciones. Lo que necesitas para hacer de un salón tu propio espacio personal y el de los tuyos.

A continuación te daremos algunas claves para los primeros pasos y varias ideas que esperamos te resulten útiles para tu nueva decoración.

Consejos para decorar salones blancos

Todo por delante. El blanco te permite la mayor de las flexibilidades. Elige tu estilo y tus colores favoritos para hacer el salón que quieres antes de pensar en los objetos concretos que introducirás.

Estilo y efecto. Valora si quieres que tu salón ofrezca tranquilidad o contrastes notables. Desde el blanco con beige o azul claro hasta el blanco y el negro encontrarás multitud de posibilidades que variarán en estilo y efectos.

Escoge muestras de colores. Y haz diferentes pruebas de combinaciones para ayudarte en tu misión de elegir cuál será la combinación adecuada. Hazlo en el salón, si es posible, donde vas a emplear la decoración para ver cómo quedaría con la iluminación de la que dispones.

Ideas para decorar un salón gris y blanco

Muchos de los elementos actuales de uso frecuente en el salón principal de la casa son de tonos grises que emplean desde el blanco hasta el negro. Por eso elegir complementar el blanco con el gris no es sino una decisión práctica y muy estética que combinará bien fácilmente con el resto de objetos que tengamos en nuestro comedor.

Como ves en el ejemplo propuesto, los grises conjugan bien con el blanco y todos los elementos quedan bien integrados en la mixtura. La televisión apagada es negra, el reproductor de DVD o Blu-Ray es gris, al igual que los altavoces y otros elementos, por lo que el resultado es coherente y cohesivo, algo clave para disponer de un espacio acogedor y en el que nos sintamos a gusto.

El gris se aleja poco del blanco, siendo un paso intermedio entre el blanco y el negro. Esto es importante a la hora de decorar un espacio de altos o bajos contrastes. El gris nos permite variar la tonalidad sin romper la esencia del color blanco.

Puede ser un color complementario o predominante. El gris encajará bien con el blanco lo introduzcas en el porcentaje que lo introduzcas. Dedica el gris al suelo o a alguna pared o sólo en algunos muebles u objetos pequeños. Encajará con el blanco.

Aprovecha esta combinación suave para añadir elementos que ofrezcan contraste con propósito. Por ejemplo, añade la decoración que más te guste con colores fuertes o vivos para que la atención de las visitas se dirija a esos elementos mientras disfrutan del ambiente relajado del salón blanco y gris.

Introduce el gris en la decoración dejando el blanco para el resto de la estancia. Una opción muy estética es decorar tu salón con la gama de grises. Esto puedes aprovecharlo para decorar las paredes con marcos grises y negros con fotos en blanco y negro mientras dejas los muebles y el sofá en el color blanco.

Ideas para decorar salones modernos y blancos

Si has visto ejemplos de salones blancos habrás disfrutado con asombrosos espacios blancos con un carácter moderno envidiable. Como en este ejemplo, el estilo moderno puede residir en elementos sencillos. Utiliza el color blanco de forma predominante en el espacio mientras lo apoyas con mobiliario de color negro o madera oscura de tonos uniformes o texturas suaves y decora las paredes con marcos negros y rectangulares para acercarte a este estilo tan atractivo.

En el ejemplo presente te darás cuenta de que la estructura del espacio y el tipo de ventanas también aportan una buena parte al estilo moderno del que presume este salón. Formas rectangulares con amplias ventanas con una estética minimalista de entrada pero con muchos elementos.

Parte de lo que tienes. Si tu comedor tiene gotelé y ciertas decoraciones previas a tu llegada, es posible que el estilo moderno sea más difícil de cuajar al 100%. No obstante, siempre puedes añadir elementos o realizar cambios para conseguirlo.

Introduce formas geométricas. El estilo moderno presume de utilizar formas cuadradas y rectangulares, circulares, triangulares… Esto tiene una esencia industrial, que todavía impregna el diseño actual. El diseño de lo que proviene de moldes y de la producción en cadena, de la producción funcional.

 Juega al negro. El color negro concede fácilmente un carácter moderno siempre que los elementos no jueguen en contra. Además, el contraste de este color con el blanco acabará de ofrecerte montones de posibilidades.

El mobiliario importa. Todos los muebles tienen su propia personalidad, por lo que el estilo que elijas para ellos será el desencadenante clave de que tu salón luzca un estilo moderno más o menos acusado.

Fotografías y arte. En la decoración mucha veces está la clave. Si quieres acabar de brindarle el toque que le falta añade unas  fotografías de ciudades modernas de tus lugares favoritos y notarás la diferencia.

Ideas para decorar salones con beige y blanco

El beige entra en el juego para aportar una dosis de calidez al ambiente de un salón blanco. Fíjate en cómo cambia un espacio de gris elegante a otro con diferentes tonos beige poblando el salón. Estas suaves tonalidades impregnan de color el espacio mediante diferentes elementos, objetos y materiales.

Está presente en las mesitas monopie de  madera tallada, las lámparas de mimbre y madera, la moqueta beige y gris o el suelo de baldosas de beige brillante y pulido. Además, los pequeños detalles como los cojines, cestas, mantas y diarios acaban de dar el toque final y distintivo a esta combinación idónea para un salón.

El beige es un color cálido. Da igual que sea muy cercano al blanco o más bien sea de un tono oscuro. El naranja impregna este típico color en la suficiente medida como para que produzcan una sensación de calidez para que los habitantes se sientan, nunca mejor dicho, como en casa.

En la pared. No hace falta que pases mucho tiempo pensando en la decoración para conseguir un salón blanco y beige. Puedes elegir un tono blanco cercano al beige para pintar tus paredes y partir de una base de por sí beige.

El beige es un color luminoso. Siempre que optes por tonos claros, el tono beige tiene lo mejor de dos colores. La calidez por una parte y la luminosidad por otra. Por eso, tanto si lo introduces en las paredes como en moquetas, alfombras o muebles grandes, contribuirá a un ambiente diáfano y agradable.

El gris es un buen compañero de viaje del beige. Para variar todavía más la decoración sin que apenas se note, combina blancos y grises suaves para permitir que los elementos con beige tengan luz propia y destaquen del ambiente general.

Cómo decorar un salón blanco y negro

Llegamos a una posibilidad totalmente contraria a las anteriores. El blanco y el negro son los colores más contrarios que puede haber. La imagen de arriba habla por sí sola. La combinación de esos tonos da lugar a un ambiente de altos contrastes con un equilibrio elegante. Predominan los muebles blancos: los sofás y el diván, las mesas y el armario pequeño tras los sillones también blancos.

Por otra parte, entra en juego el negro mediante algunos cojines, la escultura, los cuadres y las paredes, sin olvidar elementos tan comunes como el televisor y tan anodinos como los biombos negros. Un conjunto de gran carácter que funciona gracias al equilibrio entre blanco y negro.

 Cuida la iluminación. Necesitarás una buena calidad de luz para que el negro no absorba el ambiente. Es verdad que el blanco compensa con su carácter reflector, pero si hay una gran cantidad de porcentaje de elementos negros es un factor a tener en cuenta

Es una opción arriesgada. El máximo contraste tiene mucha personalidad, pero asegúrate de que le quedará bien al espacio que tienes. Piensa en tu salón para decorarlo en consecuencia, puesto que en un espacio pequeño y con poca luz  tal vez no encaje tan bien como en los ejemplos que veas.

Reparte como quieras. Puedes partir de un salón en el que predomine claramente el blanco y luego añadir elementos negros. Pueden ser mesas, cuadros, baldosas blancas y negras o elementos decorativos menores.

 Aprovecha el suelo. Si quieres jugar con blanco y negro pero no quieres que el negro sea protagonista puedes enfocarlo en baldosas de diferentes patrones blancos y negros. Hay de muchos tipos y pueden ser muy elegantes.

Cómo decorar un salón blanco con madera natural

Una de las elecciones más deseadas y más frecuentes en revistas de diseño. Puede quedar muy bien en todo tipo de espacio por grande o pequeño que sea. La fotografía habla por sí sola en este conjunto de madera natural y madera blanca, al que favorece enormemente las cristaleras con filigranas de vidriera de colores que da al exterior de la casa.

La combinación de elementos decorativos como el expositor ocupado por macetas de vidrio y demás materiales, las plantas y las flores hacen de esta decoración exquisita un salón muy agradable y relajado. Un buen ejemplo de lo que podemos conseguir.

La madera otorga calidez y color a tu espacio. Aprovéchalo para emplearla en los muebles u objetos que prefieras. Puedes comprar muebles de madera natural, instalar suelo de parqué con diferentes patrones o pasar a la decoración y algún elemento más.

Si además dispones de molduras de madera o puertas amplias de madera que puedan ser de color blanco, te harás con un salón blanco de madera increíble y precioso donde pasar el día y las veladas muy a gusto.

Añade elementos de forja. Los muebles de forja y otros elementos de hierro conjugan muy bien con la madera, pudiendo conseguir un ambiente diáfano y moderno al mismo tiempo, según los diseños que escojas.

Ideas para decorar un salón rústico con blanco y madera

Tal vez partas de la base de contar con una casa en el campo o en las afueras. Sea así o no, cuenta con este ejemplo para empezar a decorar tu salón. El blanco es el color por excelencia del ambiente rústico, que se caracteriza por el yeso y la cal empleada en el cuidado y mantenimiento de las típicas paredes blancas. Si además lo combinas con un muro de piedra tallada a diferentes tamaños, das con resultados como el de la imagen de aquí arriba.

Añade un suelo de baldosas de ladrillo o piedra para añadir carácter rural al espacio. También podrás valerte de una chimenea si eres afortunado o afortunada, más elementos de yeso o bigas, sean de verdad o meramente decorativas para conseguir tu estilo rústico ideal.

 El estilo rústico es ideal para desconectar con la vida rutinaria y con el exterior, donde la ciudad puede ser muy entretenida pero también puede llegar a asfixiar con sus bloques de viviendas y calles abarrotadas.

Hay alternativas económicas. Si deseas lograr este estilo pero no puedes permitirte unas obras con los materiales originales o vives en un piso, es posible recurrir a murales y vinilos que suplan los elementos naturales. No te mentiremos, no será lo mismo, pero puede dar buen resultado.

De lo pequeño a lo grande. Si partes de una obra ya hecha y lo que necesitas es añadir elementos para conseguir un estilo rústico con zonas blancas, puedes aprovechar un salón blanco y añadir elementos decorativos de piedra y madera rústica como separadores de estancias y muebles.

Elementos decorativos del campo. Añade plantas, pequeños arbustos, cestas, madera, herramientas antiguas y demás objetos para conceder a tu salón el toque rural definitivo.

Ideas para decorar salones con puertas blancas

Puedes optar por un salón de otro color que no sea el blanco y darle este color a las puertas como sello distintivo. Es el caso de esta recomendación, donde verás que el salón es principalmente beige con una alfombra y dos sofás de blancos grisáceos y beige. Las paredes son beige y los muebles de madera con un tono cercano a estas. Además, cuenta con un suelo de parqué que de nuevo acompaña al conjunto.

La excepción son las puertas y sus marcos. Además del techo y algún elemento suelto como la lámpara de la derecha. Al final identificarás también unas sillas blancas en un ambiente de marrones claros. Esto permite diferenciar bien las salas añadiendo un toque elegante en los cambios de zona.

El contraste lo ofrecerán las puertas. Si tienes un salón de un color más o menos fuerte, tendrás en las puertas un contraste señalado que vendrá bien para diferenciar las zonas.

Integra todo el conjunto. Si el salón es una combinación de tonos claros, las puertas blancas permitirán que las salas posteriores sean una prolongación del espacio en lugar de algo radicalmente distinto.

Aporta un toque clásico. Dependiendo del estilo que elijas, las puertas blancas pueden regalar al espacio un estilo clásico y elegante extra que será muy notable cada vez que cruces una estancia. Aprovéchalo para darle el toque que quieres.

Cómo decorar un salón azul y blanco

Por último, te ofrecemos la idea de decorar un salón azul y blanco, una opción que pese al carácter frío del azul, puede resultar muy cálida y acogedora. Como verás en el ejemplo que te ofrecemos, el azul es de un tono cobalto. Este azul encaja bien con el blanco y con otros colores por ser un color de tono medio y que presenta cierto carácter grisáceo, lo cual le infiere el extra de que combine mejor que colores más saturados, aunque el azul cobalto sea un tono con personalidad propia.

Empleado con gusto, al azul le sientan bien los tonos grises suaves y más oscuro en algunos detalles, además de verse beneficiado por los elementos de madera y el mobiliario de forja o con detalles, al menos, de hierro pintado de negro.

 El azul impregnará tu salón con personalidad. Y encajará muy bien con tu techo y/o paredes blancas, en la medida que lo compagines con el azul.  Elige el azul cobalto, además, para darle un toque moderno al salón.

Azul y blanco es una combinación clásica para la que encontrarás multitud de ejemplos y opciones tanto en tonos de pintura como en muebles y objetos decorativos. Déjate llevar y elige la combinación que más te guste en la medida que sea.

 La madera sienta bien. No solo porque es un elemento natural que al ser humano nos recuerda a la naturaleza, relajándonos y apoyándonos en la misión de estar a gusto en nuestro espacio, sino porque su calidez cuaja bien con el azul también.

El hierro y el mobiliario de forja, sean negros o blancos como parte del salón conferirán una esencia moderna y muy estética a este espacio de relax y convivencia.